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¿Por qué no deberÃas actualizar a Windows 11?
Windows 11 es la última versión del sistema operativo de Microsoft, que promete ser más rápida, segura y moderna que Windows 10. Sin embargo, no todo son ventajas. Hay varias razones por las que quizás no quieras actualizar a Windows 11, al menos por ahora.
Requisitos de hardware. Windows 11 tiene unos requisitos de hardware más exigentes que Windows 10, lo que significa que muchos ordenadores antiguos o de gama baja no podrán ejecutarlo. Por ejemplo, se necesita un procesador de 64 bits con al menos dos núcleos y una frecuencia de 1 GHz, 4 GB de memoria RAM y 64 GB de espacio en disco. Además, se requiere un chip TPM 2.0 para la seguridad y una placa base compatible con el arranque seguro UEFI. Si tu ordenador no cumple con estos requisitos, no podrás instalar Windows 11.
Compatibilidad de software. Windows 11 también puede causar problemas de compatibilidad con algunos programas o aplicaciones que funcionan bien en Windows 10. Por ejemplo, se ha reportado que algunos juegos como Destiny 2 o Call of Duty: Warzone no se inician correctamente en Windows 11. También hay aplicaciones que han perdido algunas funciones o han cambiado su interfaz, como el panel de control o el explorador de archivos. Además, Windows 11 elimina algunas caracterÃsticas de Windows 10, como el menú de inicio clásico, la barra de tareas personalizable o el soporte para widgets.
Estabilidad y rendimiento. Windows 11 todavÃa está en fase de desarrollo y puede contener errores o fallos que afecten a la estabilidad y el rendimiento del sistema. Algunos usuarios han reportado problemas como pantallazos azules, cuelgues, reinicios inesperados o pérdida de datos. Además, Windows 11 puede consumir más recursos que Windows 10, lo que puede ralentizar el funcionamiento del ordenador o reducir la duración de la baterÃa.
Por estas razones, quizás sea mejor esperar a que Windows 11 esté más pulido y maduro antes de actualizar. Si quieres probarlo sin riesgos, puedes instalarlo en una máquina virtual o en un disco duro externo. Recuerda que siempre puedes volver a Windows 10 si no te convence Windows 11.
Si decides actualizar a Windows 11, hay algunas cosas que debes tener en cuenta. En primer lugar, debes hacer una copia de seguridad de tus datos importantes, por si acaso algo sale mal durante el proceso de instalación. En segundo lugar, debes comprobar que tu ordenador cumple con los requisitos de hardware y que tiene instaladas las últimas actualizaciones de Windows 10. En tercer lugar, debes descargar la herramienta de creación de medios de Windows 11 desde la página web de Microsoft y seguir los pasos que te indica. Ten en cuenta que la actualización puede tardar varias horas y que puede requerir varios reinicios.
Una vez que hayas instalado Windows 11, podrás disfrutar de algunas de sus novedades. Por ejemplo, el nuevo diseño de la interfaz, con esquinas redondeadas, iconos renovados y un centro de actividades más completo. También podrás acceder a la nueva tienda de aplicaciones, que incluye programas de Android y de otras plataformas. Además, podrás aprovechar las mejoras en el rendimiento, la seguridad y la productividad que ofrece Windows 11, como el modo snap, el chat integrado o el soporte para múltiples escritorios.
No obstante, también tendrás que adaptarte a algunos cambios que quizás no te gusten tanto. Por ejemplo, el nuevo menú de inicio, que se sitúa en el centro de la pantalla y muestra una selección de aplicaciones y archivos recientes. También tendrás que acostumbrarte a la nueva barra de tareas, que no se puede mover ni personalizar como antes. Además, tendrás que renunciar a algunas funciones que ya no están disponibles en Windows 11, como el modo tableta, la vista de tareas o el editor de vÃdeo. 51271b25bf